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Rep. Centroafricana
A través de colaboraciones con administraciones públicas, diferentes entidades y ONG, Iberdrola evita cortes de suministro eléctrico a los clientes en situación de vulnerabilidad. Además, el grupo ha aportado más de 15 millones de euros para iniciativas dirigidas a mejorar la calidad de vida de colectivos en riesgo de exclusión social.
Objetivo 1: Fin de la pobreza. Transcripción del vídeo [PDF]
Iberdrola suscribe convenios con administraciones públicas y ONG para evitar cortes en el suministro energético a los clientes en situación de vulnerabilidad. Los acuerdos cubren ya al 100 % de clientes en situación de vulnerabilidad en España. En el Reino Unido, la compañía cuenta con el programa Warm Home Discount y en los Estados Unidos, con la Operation Fuel.
Aportación de 5,8 millones de euros a nivel de grupo por parte de las fundaciones de Iberdrola para iniciativas dirigidas a mejorar la calidad de vida de colectivos vulnerables en los países donde desarrolla su actividad.
Para aliviar el posible impacto de la COVID-19 en los consumidores con dificultades de pago, Iberdrola ha lanzado un plan de ayuda a sus clientes con el objetivo de facilitarles el pago de las facturas de luz, gas y otros servicios.
Programa Social Iberdrola 2021: a través de su Fundación en España, la compañía destinará 1,2 millones de euros a ayudas sociales dirigidas a mitigar las consecuencias de la pandemia de la COVID-19. Un 43 % de ese presupuesto se dedicará a evitar situaciones de pobreza y exclusión, priorizando la lucha contra la pobreza infantil. En total, se han seleccionado 34 proyectos, que beneficiarán a unas 50.000 personas. Desde su creación en 2010, el Programa Social ha destinado más de 10 millones de euros a iniciativas sociales en el país, ayudando a 375.000 personas.
ScottishPower —filial del grupo en Reino Unido— colabora con la asociación ReachingWider, que centra su actividad en la educación superior de personas vulnerables en Gales, y con Bendrigg Trust, un centro residencial de educación al aire libre que trabaja con personas con discapacidad en su proyecto Adventure for all.
Rainn: proyecto de Avangrid(*) —filial de Iberdrola en Estados Unidos— para proteger a las personas vulnerables.
El ODS 1 persigue poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo. Entre sus metas está garantizar que toda la población, en especial los más pobres y vulnerables, tengan igualdad de derecho a los recursos económicos, acceso a los servicios básicos, la propiedad y control de las tierras, los recursos naturales o las nuevas tecnologías.
El aumento de la pobreza no solo es injusto y menoscaba la integridad de millones de personas, sino que, además, genera desigualdad que debilita la cohesión social y es perjudicial para el crecimiento económico.
Las causas principales de la pobreza —el desempleo, la exclusión social y la alta vulnerabilidad de determinadas poblaciones a los desastres naturales y las enfermedades— generan desigualdad y propician la malnutrición, la falta de acceso a la educación, la discriminación y la exclusión. Todo ello, aumenta las crisis y tensiones políticas y sociales y favorece cualquier tipo de conflicto.
Actualmente, más de 700 millones de personas, lo que equivale al 10 % de la población global, vive en situación de pobreza extrema (tiene menos de 1,90 dólares diarios), no pudiendo apenas satisfacer las necesidades más básicas. Lejos de mejorarse paulatinamente esta situación crítica —como ha ido sucediendo desde 1990, pues disminuyó de un 36 % en ese año a un 10 % en 2015, aunque en los últimos años esta tendencia se está desacelerando (en 2019 era del 8,2 %)—, la realidad podría agravarse como consecuencia de la crisis de la COVID-19, que está empujando a millones de personas a la pobreza extrema. Se prevé que en 2020 pase a ser del 8,8 % (cerca del nivel de 2017). Significa el primer aumento de pobreza en más de 20 años (datos del Informe sobre el Progreso de los ODS en 2020).
La pobreza extrema entiende de género: en el mundo, por cada 100 hombres de entre 25 a 34 años que viven en pobreza extrema, son 122 las mujeres del mismo grupo de edad las que la sufren. Por otro lado, son dos regiones las que aglutinan la mayoría de población que sobrevive por debajo del umbral de la pobreza: Asia meridional y África subsahariana. A consecuencia de la pandemia se augura que el sur de Asia y África subsahariana experimenten los mayores aumentos de pobreza extrema, con 32 millones y 26 millones de personas adicionales, respectivamente, viviendo por debajo del umbral internacional de pobreza.
Se espera también que la pobreza aumente entre las personas trabajadoras. En la última década se había reducido la proporción de trabajadores que vivían en pobreza extrema (del 14,3 % en 2010 se redujo al 7,1 % en 2019). Sin embargo, en abril de 2020 los cierres de empresas y otros lugares de trabajo afectaron al 81 % de los empleadores y al 66 % de los trabajadores por cuenta propia. En febrero de 2020, solo 87 países tenían programas de protección por desempleo anclados en la legislación nacional, y solo 34 de estos países cubrían a los autónomos.
Las diferencias en cuestión de cobertura de prestaciones en efectivo y asistencia social para los grupos vulnerables son muy pronunciadas entre las regiones. El 61 % de estos grupos (niños, personas en edad de trabajar y personas mayores no protegidas por planes contributivos) reciben ayudas en efectivo en Europa y América del Norte. Sin embargo, solo el 4 % las recibe en Asia central y meridional.
Por todo esto, poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo requiere el esfuerzo de la comunidad global. De ahí que la Organización de Naciones Unidas (ODS) lo estableciera como el ODS 1 de sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados en septiembre de 2015 como parte de la Agenda 2030.
en situación de extrema pobreza.
Concretamente, subsisten con menos de 1,90 $ al día.
uno de cada cuatro menores de cinco años no tiene la altura adecuada para su edad.
Se encuentran en África y sus habitantes viven con menos de 1,90 $/día por cada 100 residentes
90
80
70
60
50
40
30
20
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0
50 %
Aunque la pobreza se ha reducido a la mitad desde el año 2000, sigue siendo necesario intensificar los esfuerzos destinados a incrementar los ingresos y aliviar el sufrimiento de las personas más vulnerables. Las metas para 2030 son:
(*) Avangrid, Inc. está participada en un 81,50 % por Iberdrola, S.A.